Mitzli Barrientos Moreno 503

Glosa

Rosas a rosas, flores a flores,

Damas a damas, hombres a hombres,

Rosa verdadera y de parecer,

Y flor de alegría y de placer,

La mujer muy piadosa es,

el hombre lleno de peajes y dolores.

Rosas a rosas, flores a flores,

Damas a damas, hombres a hombres,

Cuando el hombre sabe cómo amar,

Todo el mal puede guardar;

Se pueden sus pecados perdonar,

Y se aleja del mundo, de los malos sabores.

Rosas a rosas, flores a flores,

Damas a damas, hombres a hombres.

Debemos amar mucho y servir,

Para cada uno de nosotros salir,

Después de nuestros errores  nos vamos a arrepentir,

Porque nos hacemos como pecadores.

Rosas a rosas, flores a flores,

Damas a damas, hombres a hombres.

Esta dama que tomo, yo siendo señor,

Y mi querer de ser trovador,

Ser recompensará después, cuando vea su amor,

El suyo y los otros amores.

¿Por qué el amor es una construcción social?

La lectura de Tristán e Isolda nos muestra una parte de la evolución del concepto del amor; ya hemos visto que en épocas anteriores a la nuestra, en pleno auge de la nobleza, el amor era la palabra con la que se maquillaba un simple contrato de conveniencia económica y social. Pero la necesidad de amar y ser correspondido con la misma intensidad, siempre lleva a las personas a buscar lo que más les convence, lo que más les agrada.

“Tristán en Isolda” me parece más bien una metáfora de lo que realmente pasaba: en ese tiempo las nobles se tenían que casar con el “mejor postor”, no para ellas, para su reino.  Yo creo que la poción mágica que bebe Isolda para enamorarse de Tristán se puede interpretar como el ímpetu emocional que surge cuando una persona se enamora de otra, esa producción alocada de endorfinas, y la compatibilidad de hormonas entre dos individuos.

Está claro que nadie podría sentirse a gusto con alguien con quien está obligado a estar, esa es la causa de la búsqueda de la persona indicada, la persona con la que realmente te sientes bien… Ese es el motivo de la existencia de las cortesanas, Isolda es un claro ejemplo.

Remontándonos a la actualidad, considero que la evolución del concepto de amor sigue en progreso. No es lo mismo que hace 5 siglos. Con esto pretendo referirme a que ahora nadie se casa para unir dos reinos; en algunas familias pasa, también hay quienes se casan por conveniencia; pero en mi círculo social, todos somos cortesanos… Al menos yo, vivo un amor libre, estoy con mi persona ideal, y me siento preparada para rebatir cualquier opinión social. Porque tengo una forma de ser, una interpretación personal de las cosas, y mi propia visión del amor.