lunes, 19 de noviembre de 2012

Mitzli Barrientos Moreno 503

Cielo mío:
Confieso que siento pena. Hoy, después de todo, de tanto, y de nada, te has convertido en el ente subversivo de mi penuria cotidiana; sin querer, casi inconscientemente, eres las palabras que salen de mi boca o de mi mano cada vez que me propongo pensar.
A penas me atrevo a aceptar que he dejado de ser quien solía; no por convicción,  más bien a falta de ti, la otra parte de mi persona.
A veces, desesperadamente, siento necesitarte. Intento recordar como era la vida antes de ti, y no encuentro nada. Igual que ahora, mi vida es nada. Créome muerta, muerta como la esperanza de verte retornar a mí.
Llevo años soñando, así es, soñando. Atrapada en una nublada metamorfosis de encanto a pesadilla.
Me gusta creer, de forma vaga, que  tu vida es una circunstancia en la que se conserva aún mi recuerdo.
El amor seguirá siendo complejo mañana, y el resto de mis funestos y marchitos días. Nunca será motivo de sorpresa encontrarme pensando en ti. Porque de la manera más absurda, te amo; porque en algún recóndito e inalcanzable lugar existes; porque invariablemente existo contigo; porque de manera infinita existimos juntos, en forma de par.
                                                                                         Mitzli

No hay comentarios:

Publicar un comentario