Hoy que siento dentro de mi todo este inmenso amor, deseo gritarlo exponerlo y demostrarlo mas que nunca, pero a cambio de tenerte , a cambio de verte unas cuantas horas ,de tocar tus labios y sentir tu piel, eh vendido mi orgullo, eh aprendido a mentir con palabras lo que siente mi corazón, eh aprendido aparentar que las cosas que haces no me duelen mas, que todo aquello que escribes ya ni si quiera me afecta, eh aprendido a compartirte y ah esperar de ti solo lo que desees darme , tal ves lo poco; tal ves lo mucho . No lo se solo tu dominas tus sentimientos y sabes a quien pertenece tu corazón, mientras que a mi solo me queda ser paciente reprimir estos sentimientos y una ves mas solo amarte en silencio, en aquel sitio donde tu repites tanto que me amas al punto de que yo lo creo aquel lugar cómplice de este amor bendito por pocos y condenado por muchos , aquel sitio donde todo parece estar como antes en donde no existe el tiempo ni tampoco los prejuicios ese lugar en el me entrego a ti completamente dándote mi corazón ante todo, te entrego mi vida haciéndote dueño absoluto de mi ser, en cada caricia en cada beso que te doy se esconde un te amo. De quien no sabe más que amarte de una manera loca y a la vez tan tierna, el tiempo pasa tan aprisa que pensé pronto me rendiría. fueron tantas mis lágrimas, y tan amargo el sufrimiento que pensé en callarlo intente ahogarlo inclusive matarlo, pero era todo lo contrario solo te amaba mas, es que este amor dentro de mi no tiene fin se levanta con el sol ,te acompaña como el viento y aun que tu y yo lo sabemos y lo vivimos plenamente en cada encuentro, yo solo puedo decir que estoy aquí amándote en silencio ,y aun que a la vista de todos no soy nadie se que para ti un día fui tu todo, es aquel recuerdo el que me mantiene firme y me da fuerza para no rendirme, para seguir soñando y anhelando un día despertar dejar de callar este amor y revivirlo junto a ti una vez mas pero por ahora solo queda esperar y seguir soportando el hecho de no poderlo gritarlo y por ahora solo tendré que callarlo.

 

Rosario hernandez Nava