lunes, 19 de noviembre de 2012

Carta. Roberto Escamilla 510


Tu amor me abrió los ojos con sus mágicos rayos. . . sé que sabes a que libro pertenece, nuestro libro, nuestra historia. No dejo de pasar las hojas intentando inundar el cuarto de tu olor de ninfa; tu esencia grabada en cada borde de las paredes, el espejo solo refleja tu imagen ausente. ¿Cómo puedes pedirme que me aleje y lo olvide todo?, para mí la única realidad que existe eres tú.
Como es posible que después de todas esas caricias, esas risas y estos años simplemente dieras la vuelta mientras la tormenta caía. Siempre te dije que la vida no existía antes de ti y ahora que no te tengo a mi lado ya no vivo; es una realidad alterna en la que solo hay sombras y dolor.
Poco a poco mis lienzos pierden vida, no tengo colores para pintar solo hay trazos desgarrados por todo el lugar que complementan el barniz rojo que derramabas sobre la sabana en cada noche de belleza. No puedo sacar tus rituales nocturnos de mi cabeza, te peinabas mientras me veías pintar ilusiones en un pedazo de papel, solo podía pintar mis fantasías, mientras tu pintabas tus labios de carmín.
Ya pasaron 2 meses de lluvia en la cara y neblina en el corazón; esta, mi amor es la última carta que escribe un corazón roto. Decidiste abandonar este mundo cuando diste la vuelta y saltaste a un barranco en el bosque en nuestro aniversario.
Ahora yo volare a tu lado, los efectos de estas drogas comienzan a aparecer mientras estas letras aparecen en este pedazo de papel, le digo adiós a mi existencia en esta realidad y le digo hola a la vida, a mi única realidad, a ti.
Te veré al final de la luz.

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