Querido Alejandro, notar que tu presencia no esta y confundirme con el verde de tu mirar, extrañar el alma, el habla y hasta el caminar, confundiendo el dulce romance de los sueños con el triste lucir del despertar.
Hablar, hablar con la sombra de la ilusión ocultándote el corazón, para mas ya no hacerlo sufrir, divagando con el pensamiento sin querer entender, Hiel? miel? .... solo el carmín lo sabe.
Pasa el aire en su eterno viaje, llevándose consigo la calma, no vive, no maldice es tan simple... mi ser te ama.
Surge el sentir, ese sentir que amor aclama que siente imposible extinguir, la fe del alma, el fuego del corazón y el clamor con que mi voz te llama.
Y muere naciendo el tiempo... viviendo al morir mi llanto.
Brenda ♥
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